Una de las empresas familiares más antiguas de la provincia mantiene su core business en la elaboración de alcohol en base al maíz, aunque cada vez con más subproductos de ese cereal en su portfolio, en base a la innovación tecnológica. En paralelo, rediseña su estrategia comercial con la que trabaja en más de 120 productos y potencia sus unidades de negocios de servicios industriales, donde su potencial de crecimiento ya despierta el interés de grandes jugadores globales.
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Los Porta llegaron a Argentina en 1882 desde la Lombardía Italiana y fundaron en Córdoba una fábrica de licores. Hoy, con la quinta generación ocupando cargos gerenciales, el negocio de la elaboración de alcoholes de alta calidad sigue siendo el core de esta empresa que emplea a 600 personas y que preside José Porta (h).
Pero la profesionalización de sus mandos medios y el desarrollo de sus propios procesos productivos y comerciales le permitió avanzar más allá y potenciar nuevos vectores de crecimiento, algunos de los cuales tienen tanto potencial que ya despertaron el interés de firmas como Dupont o Bioceres.
“Somos una empresa enfocada en agregar valor a los granos que produce nuestra región”, comenta Patricio Beato, gerente general de la firma que hoy tiene 600 empleados directos y factura más de $ 1.000 millones por año.
“Es una planta altamente integrada: el maíz es el producto principal que alimenta toda la cadena de valor, de allí se obtiene alcohol, aceite para fines alimenticios, proteínas para alimentación animal (burlanda), dióxido de carbono y carbonato de calcio”, se explaya Augusto Gallardo, gerente de Ingeniería y Nuevos Desarrollos.
En la actualidad la compañía tiene cuatro unidades de negocios: Consumo Masivo (elaboración de vinagres, acetos balsámicos y salsas), Venta de alcohol a granel (producción para diferentes industrias), Tecnología (para dar soluciones de ingeniería a otras empresas) y Minidestilerías.
– Consumo masivo
La compañía elabora y comercializa alcohol puro fraccionado, medicinal, alimenticio (vinagres y acetos); aceite de oliva, salsa de soja y otras especiales (barbacoa, cesar, chimichurri).
Lo hace con tres marcas emblemáticas: Bialcohol, Casalta y 1882. A las que sumará Drop, que relanzará en breve (ver Planes…), con productos destinados al lavado de la ropa.
– Producción y venta de alcohol a granel
Porta abastece más del 50% del alcohol que utilizan las industrias alimenticias y el que se utiliza para perfumería, que requieren un producto de alta calidad.
– Tecnología
Se trata de unidad de servicios que inicialmente se dedicó a desarrollos internos de la firma pero que ya tiene varios trabajos para terceros. Actualmente tiene más de 50 profesionales (ingenieros, bioquímicos, biólogos, entre otros) que realizan construcción de plantas, desarrollo del proceso, incluido el software.
“Nuestro fuerte es transformar desarrollos tecnológicos en desarrollos industriales. Muchas de las investigaciones biotecnológicas terminan en un laboratorio o un paper porque nadie los lleva a una planta. Los tomamos incipientes y los llevamos a escala industrial”, añade.
Al inicio realizó desarrollos propios, como un equipo para concentrar vinagre que les permitió exportar ese producto, pero en 2009 vendió la primera planta para un ingenio en Tucumán (para deshidratar alcohol)”, comenta Gallardo.
Después siguieron la planta de bioetanol de BIO4, otra en San Luis, la segunda en Tucumán y una de dióxido de carbono que le permite a la firma cordobesa vender ese producto a la embotelladora de Coca-Cola. “Tres de las 6 plantas de alcohol de maíz que hay en el país las hizo la división tecnología de Porta”, se ufanan desde la empresa que apostó a la tecnología y la innovación.
Esta unidad de negocios comenzó este año a extraer una enzima vegetal que vende a la industria láctea local y que ya exporta a Italia y próximamente lo hará a Chile y Brasil.
Para ello rubricó un acuerdo con Bioceres, que había desarrollado la biotecnología para extraer la quimosina, la enzima vegetal, de la semilla del cártamo. Portaindustrializa el proceso y lo comercializa. Del resto de la semilla se extraen aceites y proteínas.
Un litro de enzima cuesta entre 7 y 20 dolares, ergo, la tonelada va de 7 mil a 30.000 dólares. Una tonelada de cártamo cuesta 250 dólares. Valor agregado, que le dicen.
– Minidest
Se trata de un desarrollo que empezó hace dos años y que desde el año pasado ya tiene a cuatro minidestilerías en funcionamiento (Córdoba y Santiago del Estero) y que de acuerdo a los planes en poco tiempo comenzará a operar en Brasil, donde firmó un joint venture con la multinacional Dupont, tal como anticipara oportunamente InfoNegocios (ver acá).
Esta cuarta unidad de negocios de servicios industriales al productor “permite tener una industria en el campo sin la necesidad de ser un industrial”, señala José Porta(nieto). (Ver más en “Con Minidest llevamos…”).
Lider en el mercado
La firma es la proveedora número uno de alcohol fraccionado, tiene más del el 50% en el mercado que lo utiliza para perfumería, alimentos, bebidas, o medicinal, y también en el negocio del alcohol a granel, proveyendo a players multinacionales con altos estándares de calidad, como Unilever, Avon o Diageo, que la designó como la única destilería en Latam habilitada para su producto vodka Smirnoff.
De la facturación total de la compañía, el 52% corresponde a la venta a granel, un 37% aproximadamente a consumo masivo y el resto a las nuevas divisiones de negocio, que recién están empezando y que al ser proveedoras de servicios tienen una ecuación diferente.
Del total de ventas, en tanto, un 8% proviene de las exportaciones a una decena de países.
La estrategia de marcas y los planes comerciales
“La compañía encara un rediseño de su estrategia de productos para no concentrarse tanto en grandes volúmenes, donde hay mucha competencia por precio, sino en productos y desarrollo de marcas. “Además, al certificar como Empresa B vamos a tender a buscar volúmenes chicos con más valor agregado que a la inversa, porque eso impacta más en la huella de carbono”, acota Beato.
Asegura que la empresa “siempre estamos pensando en crecer, nunca hemos pensado en reducir por mayor rentabilidad. Nos fijamos más en más negocios, más mercados, más gente (empleados)”, explica el gerente de la compañía que ingresó a la Porta Hnos. S.A. en 2001.
En ese sentido, el concepto de “sistema de desinfección de manos”, con la marca Bialcohol es uno de los vectores a desarrollar: toallas, gel y jabón líquido antibacteriano son productos lanzados recientemente.
Con Casalta, en tanto, donde comandan el mercado de vinagre y acetos, presentaron una submarca, Glazé. Nuevas salsas, acetos (a las pimientas y con ketchup), vinagres (como el de arroz) y productos de animal food también están en el plan de lanzamientos para los próximos meses.
Además, dice Beato, “tenemos mucha fe en el RTD (Ready to Drink) de milocho (1882) y vamos a desarrollar mucho ese producto, que creemos está muy bien logrado y es muy similar al trago armado”, explica Beato al ser consultado sobre la estrategia marcaria para el corto plazo.
En tanto, anticipa que la empresa relanzará la marca Drop (suavizante concentrado y cuidado de la ropa) con un nuevo surtido y presentaciones.
El “milocho” cambia de ring
Hace una década y tras cinco años de desarrollo e investigaciones de mercado la firma lanzó su propio fernet: 1882, en sociedad 50-50 con el Grupo Cepas (exCepasArgentinas, Gancia). Así, Porta elabora, fracciona y hace el desarrollo y marketing de “milocho” y la administraciòn y la comercialización la realiza Cepas.
Beato dice que “es el segundo fernet del mercado en facturación por litro” y que “hay lugares del país, como en Buenos Aires, donde tiene el 20% del mercado “y otros donde estamos en menos”.
– ¿Por qué 1882 no se afianzó ni pudo pelear con el líder de la categoría (NdR: Branca)?
– Cuando lanzamos (2007) focalizamos mucho en el mercado de Córdoba y después nos dimos cuenta que un mercado más atractivo y más permeable era Buenos Aires. Cuando entramos allí -en 2010, aproximadamente- agarramos la ola expansiva de la propia categoría en ese mercado y estamos funcionamos muy bien porque no tiene el valor marcario en la cabeza. Decidimos redireccionar recursos y venimos creciendo a una tasa del 18% en volumen este año, del 15% en 2016 y 20% en 2015.
-¿Y con el nombre qué sucedió… se dice milcochocientos ochenta y dos, dieciocho-ochenta y dos; milocho…?
– En un momento detectamos por las redes e investigaciones de mercados propias que lo mencionaban “milocho”, sobre todo en Buenos Aires, y lo rebautizamos.
Fuente Infonegocios | Link a la nota